El Diablo se viste de VOX



     

   La Derecha ganó en Andalucía en forma de tripartito, póngase el calificativo que se quiera que va a ser lo mismo. Rama principal Partido Popular y dos esquejes de origen común que no lo pueden negar. Era de esperar la pataleta del PSOE tras la larga marcha en coche oficial de casi cuatro décadas ¿Será verdad que no saben perder? ¿Se recupera ahora el viejo truqui de que gobierne la lista mas votada (PSOE) tan citada por el bipartidismo cuando conviene y que además es abiertamente ilegal, por cuanto es un invento para combatir las coaliciones de la oposición? Ídem de eso de “el pacto de perdedores” que se podía aplicar a los que votaron a Pedro Sánchez en la moción de censura pero no se puede aplicar en cambio a los que se han subido a los sillones del gobierno andaluz. Todo cuento, todo demagogia para tontos y desencantados.


    Y lo de los partidos constitucionalistas es otro timo barato de parte de los que pisotean la misma Constitución sagrada, que no puede ni podrá tocarse en referéndum, diga lo que diga el texto, que dicen defender. Aquello de los partidos contra el terrorismo ya fue un ensayo general para dar certificados de adhesión al Régimen, sabiamente administrados por el PP/PSOE y excluir a todos los que pusieran reparos. El Partido Carlista, no hay ni que decirlo, nunca se ha adherido a la farsa de los falsos constitucionalistas que dan carnets de “nacional” en el sentido que se les antoja. Eso que quede muy claro.


   Y ahora viene VOX, el Hombre del Saco que miente a todas horas. Sería aleccionador releer la prehistoria del nazismo para comprender lo que esta pasando, con la diferencia que no se trata de un nuevo movimiento sino el viejo de la dictadura debidamente barnizado. Se sacan banderas en profusión y confusión, se miente con descaro sobre cifras oficiales, simplemente cambiándolas o bien, retorcimiento mejor, inventándose nuevas o viejas expresiones que signifiquen lo mismo que ya está recogido en las leyes y se afirme que VOX lo va a cambiar...


   Lo primero y la derecha y ultras lo saben muy bien, es controlar el lenguaje, que es de lo que se trata según dejó escrito Lewis Carroll que era además de buen escritor para niños y adultos un buen lógico matemático. Porque controlar el lenguaje e incluso inventárselo es fundamental para mandar como sabemos después de leer “1984”, eso es lo que está tratando de hacer VOX, no nos engañemos.
 

    VOX no ha venido a ganar en Andalucía ni a perseguir mujeres. No. Ha venido a montar el pollo, nunca mejor dicho, para llegar en el menor tiempo posible al Poder, con la inestimable colaboración de Pablo Casado, cuyas identidades de pensamiento con Abascal, gramáticas aparte, son mas que preocupantes para la poca derecha civilizada no autoritaria que podamos tener. No en vano las alarmas en Ciudadanos, que están viendo la dilución de parte de la derecha del PP y la propia en VOX. VOX no conseguirá votantes suficientes para ganar pero si para repartir cartas como ha hecho en Andalucía. El cansancio andaluz de muchos años de cafelitos y los cargos en el poder propicia, y esto siempre, el anquilosamiento de las instituciones y la corrupción sistemática. El Partido Popular en tantos sitios es buen ejemplo además de Andalucía. Así no puede funcionar un sistema democrático en la realidad.


    Ante VOX no cabe otra actitud que la Verdad frente a sus mentiras, las ultimas, sobre la financiación iraní, lo de presentar en Andalucía a un ex juez expulsado por sus “tesis” sobre las mujeres denota que hay mucha gente que vota contra Fulano por su propia carencia de ideas. El folklorismo de la España cuñada del toreo, el flamenco y la caza como valores a impulsar puede dar risa pero también da risa Maduro y puede ser algo siniestro, sobre todo si a continuación nos ponemos a leer y escuchar que muchas de las cosas de VOX ya las sostenía, y es verdad, el Partido Popular de Aznar pero ¿De verdad las derechas andaluzas en mayoría querían el Poder a costa de ser controlados por VOX?


   Contra VOX, democracia y libertad, y sobre todo las palabras claras y no manipuladas, y las denuncias de las mentiras. Esa es la forma de reducirlos a la realidad de sus votantes que les votan “contra...” sin pensar en nada mas.