¡El rey va desnudo!
Estamos contemplando estos últimos
días los efectos de rebote de las elecciones andaluzas, y no se trata de la
llegada del PP al gobierno andaluz, sino de la urgente reestructuración que
parecen necesitar el resto de los partidos y muy especialmente la izquierda
oficial, es decir PODEMOS y sus asociados. Pero no es nada nuevo, simplemente
VOX ha servido de acelerador en una situación evidente.
En Galicia As Mareas, (la
Bescansa también como punto aparte), llevan tiempo actuando por su cuenta, en Catalunya
su figura más, emblemática Domenech, en septiembre pasado decidió marcharse y en
Andalucía su presencia electoral paso a denominarse Adelante Andalucía, sin
contar los problemas de su socio IU en Asturias
con la rebelión de Llamazares y
la reciente decisión de presentarse solos a las próximas elecciones en Madrid.
Todo esto se asumía con trágalas por parte de los afincados en la calle Princesa esquina a Plaza de España, esa sede que no ostenta cartel ninguno de su ubicación, pero lo último parece que ha sido demasiado y el atragantamiento se ha hecho público y notorio: Madrid se rebela.
Todo esto se asumía con trágalas por parte de los afincados en la calle Princesa esquina a Plaza de España, esa sede que no ostenta cartel ninguno de su ubicación, pero lo último parece que ha sido demasiado y el atragantamiento se ha hecho público y notorio: Madrid se rebela.
La presentación oficiosa de la candidatura independiente de Manuela
Carmena y su entorno fue hace meses, la novedad. El cofundador de PODEMOS, el niño bueno y conciliador
Iñigo Errejón, elegía el manto protector
de Manuela ante la irritabilidad permanente de Pablo.
Se vio en aquel célebre debate de
“la cal viva”, la frase de Pablo hizo mella en su compañero Errejón, el gesto
de sorpresa y desaprobación lo dijo todo. Y es que las diferencias en el seno de la agrupación, pese a la
procedencia universitaria de todos sus fundadores, era mucho más profunda que el
baño ideológico en el que se estaban introduciendo: sus componentes
proceden de estatus sociales muy diferentes, de forma que mientras unos son los
niños malos de un entorno social medio-acomodado, clase media con sus ovejas
negras, otros proceden de entornos obreros en permanente lucha social,
generaciones de familias luchadoras para subsistir y a un tiempo luchadores en
las épocas difíciles, son los hijos y nietos que han salido del túnel y han
alcanzado el liderazgo que el esfuerzo los hace sobresalir de entre los suyos. Estas
dos diferencias que podríamos decir genéticas explicarían la radicalidad de
unos y las formas dialogantes de otros.
La universidad los unió, la utopía en un principio también, pero la
realidad y la obligación de cumplir con el electorado, de ser fieles a ellos
mismos han creado una zanja cada vez más profunda.
No menos culpable de dicho cisma
sería el cambio en algunos líderes. Del todos somos uno a uno es el todo, no es
un cambio de orden semántico. Autoritarismo, el venero de los políticos profesionales,
mantenerse en la cima una vez alcanzada conlleva cortar toda cabeza que intente
destacar, y por consiguiente la pérdida de los críticos, siempre necesarios para
continuar en la línea trazada. ¿Quién ve
desnudo al Rey? Si hacerlo significa la postergación, solo los fuertes serán
capaces de denunciarlo y en PODEMOS parece que muchos de los que idearon un día su creación se han considerado con la
obligación de denunciarlo.