En la reivindicación también fuimos los primeros
En este artículo se recuerda la lucha histórica del Partido Carlista y sus militantes en favor de la comunidad LGTBI. Cuando en 1975 murió Franco la gente de este país estaba como aterida, sus músculos reflejaban la contención de la falta de libertad, sus labios aún no se atrevían a conectarse con el cerebro para decir la verdad, gritar y reír despreocupadamente; la inmensa mayoría seguía moviéndose meses después como en el día que se anunció el fin del dictador, con la mecánica del asustado siervo. Sólo unos pocos continuábamos nuestra lucha, en la clandestinidad oficial, y así estuvimos hasta al menos un año o -nosotros los carlistas- hasta 1977 cuando algunos a los que ahora santifican y enaltecen los lacayos del “siempre bien situados”, cometieron la villanía, con la tradicional bajeza de los miserables, de no legalizarnos, mientras atentaban a los asesinos del Montejurra 76, o se ametrallaba a los obreros...