8 DE MARZO, UN DÍA MÁS


8 DE MARZO, UN DÍA MÁS.


 Los recientes movimientos reivindicativos de los derechos de la mujer, parecen algo novedoso, un invento de la izquierda según algunos y una radicalidad necesaria para otros, pero la realidad es bien distinta.
La lucha de la mujer por ocupar en la sociedad el lugar que le corresponde ha sido algo constante entre  las generaciones de mujeres que vivimos los tiempos difíciles de la dictadura y la posterior transición, (dejemos a un lado tiempos anteriores).
Fuimos alcanzando metas impensables y ahora desconocidas de tan sabidas y lógicas, luchando desde nuestra militancia silenciosa; ahora la batalla está a punto, la lucha se convierte en una manifestación callejera constante y la necesidad de igualdad da paso a otra mayor, la de la defensa  de la propia vida y del derecho a decidir quién, cómo y cuándo, tanto o mucho más importante incluso que el derecho a la equiparación salarial, laboral y el reconocimiento de nuestras capacidades sin necesidad de cupos protectores.
En el Partido Carlista, en el que las mujeres de varias generaciones, llevamos tiempo sin necesidad de luchar por dejar oír nuestra voz  porque somos parte de un todo, queremos unirnos a la celebración de este 8 de marzo con la esperanza de que algún día sea innecesaria su celebración.
No podemos luchar por una democracia participativa sin integrar con plenos derechos a todos sus miembros,  porque  solo hombres y mujeres en igualdad  seremos capaces de conseguir una sociedad auténticamente libre y democrática.