LAMPEDUSA EN LA MONCLOA
Lampedusa en la Moncloa, la pandemia nos arrasa,
Calviño y sus rebajas suben y Casado aúlla en su rincón.
El terremoto de los
nombramientos del nuevo Gobierno ha pillado a la derecha mirándose el ombligo
de forma imposible, dada su escasa esbeltez y repitiendo el mantra tonto de que
se vaya Pedro Sánchez y convoque elecciones. ¿Quien es el tonto que convoca
elecciones para perderlas? Pedro Sánchez no desde luego pero en Génova, ya
agobiados por la cospedalitis galopante, el sainete de Villarejo, la trepa de
Díaz Ayuso y el pájaro carpintero de Cuca Gamarra que no tiene otra ocurrencia
política que repetir la lista de la Lotería Nacional o similar son, sumados al
ingenio murciano de Egea, un horizonte
como el de los cuervos del mago del suspense en los tendidos telefónicos, y no
es por recordar a José Luis Moreno en magia y en pajarracos, que para magia ya
está el Pobretón en Oriente que parece tener para muchas alfombras, que falta
le hacen.
Es un Gobierno con
más mujeres, cosa que parece desesperar al de Harvard-Aravaca, carente de
imaginación y sin otra receta que bajar impuestos, haya menos dinero y se
despidan mas profesionales de la sanidad y la enseñanza aunque se hable de
chiringuitos, que para eso ya está la ofensa madrileña, no de los madrileños,
al resto de los peninsulares con la pretensión que el castellano se capitalice
en la capital, con redundancia culpable de la Señora de las Cañas y la Libertad
montada en Metro sin mascarilla. Sánchez busca votos aquí y allá que mejoren la
imagen de los indultos con vistas a batalla que le permita descalabrar otra
temporada al Partido Popular. Y parece que lo va a conseguir en cuestión de
meses,
Es de esperar que
Iceta en Cultura traiga muñeiras y sardanas que de las sevillanas de Esperanza
Aguirre por Madrid están mas que hartos, por no hablar del “golf” y “Justicia”
y las “ranas”. El de Interior mantiene la cabeza porque no era cuestión de
entregársela al primero que la pida a grandes voces y de mala manera y la de
Exteriores cae a pesar de haberse batido bien contra Marruecos, porque era una
profesional y el de “Abajo” un reyezuelo que si miras hacia arriba en su
dinastía ves que su abuelo llegó al trono un poco como Amadeo de Saboya a
España, por concurso y subasta pasando por encima de dos hermanos mayores y
como sultán y no rey y con la larga mano
francesa por medio. Los ministros inéditos por sus silencios, que son varios,
se van como vinieron, trasladados como floreros de mesa. En cambio Abalos cuyos
errores son notorios parece va a ser descalabrado hasta dentro del propio PSOE.
El caso de Iván
Redondo es especial, parece que ya se contaba con ello y se retrasó y es
sustituido por un miembro del Partido de total confianza, lo que parece indicar
que Pedro Sánchez se vuelca en recuperar lo aprovechable del PSOE que casi le
echa. El ascenso de Calviño augura malos tiempos para pobres y trabajadores
porque nadie ignora las posiciones ideológicas de la señora, proclives a no dar
un euro a pensionistas y trabajadores y la salida de la vicepresidenta Calvo representa
un alivio para quienes pensamos que jamás debió volver a la política, siendo su
lealtad perruna a Pedro Sánchez el único motivo de su regreso y ascenso con las
consecuencias sabidas. Y en Justicia los indultos se pagan con la cabeza ante
la galería, aunque muchos estemos y estén de acuerdo, pero es dudoso que eso
cambie la actitud antitodo de los populares rebasados en los gestos por el populismo barato y las mentiras de
Abascal que incluso llegan a tener acogida judicial.
Catalunya sigue
pendiente y la intolerancia rancia también. El Señor de Lampedusa sigue
teniendo razón a pesar de las novedades ¿Por qué creen que sube Calviño?