El proceso al procés

Una pugna de sentimientos está en la raíz del espectáculo que estamos presenciando en el Tribunal Supremo. De una parte el de aquellos que se aferran a su propia mitología, voluntariamente situada desde en el siglo XV, aunque oficializada a partir del impuesto pero intelectualmente endeble nacimiento unificador de 1812, y de otra la de quienes también –de forma voluntaria- se enraizan a una lealtad a su tierra tanto nutricia como en el sentimiento y que periodicamente pretenden reafirmar su visceralidad nacional como pueblo siempre ocultado y vigilado. Lo que para muchos se encarna en la extrema herida de “oprimido” que necesariamente implica la coexistencia de un “opresor”. Sería interesante un estudio profundo que explicara la razón de que en pleno siglo XXI, y a partir al menos del siglo XX, los nacionalismos se hayan incrementado motivando dos guerras mundiales con secuelas que siguen presidiendo el devenir internaciona...