Nuestra mediocre realidad
Padre, te he defraudado pero no quiero que me desmonten El esperado día de las elecciones generales al Congreso y al Senado al fin llegó, entre el temor de la derecha consagrada en el partido fundado por Fraga -el antiguo ministro de Franco- ante la vislumbrada certeza de que la corrupción iba a pasarles factura, y los indisimulados temblores de un tal Sánchez, un buen chico éste que cualquier madre desearía como yerno, seguido de cerca por un figurante avispado “ciudadano” ducho en vender pólizas de seguros. Aparte estaban los demás actores de reparto a escala estatal y los soberanistas de varia etiqueta que indesmayablemente tienen aún mucho por ganar en su centenaria reivindicación. Este era en líneas generales el panorama de cara a la convocatoria del pasado día 28. Pero ¿y Podemos?. Iglesias, hombre inteligente, en tándem con la aún mas inteligente Montero, su compañera, tras haber detectado que las prisas...