26 de Mayo
Bajo el titular de “La mediocridad permanente” ya se diagnosticaba la realidad de las últimas elecciones en una colaboración del último número (75) de “Madrid Carlista”, y así ha sido, en plena sintonía con el resto de Estados de la Unión Europea. Todo ha sido mediocre y previsible, porque ni tan siquiera los fascismos, ahora pacatamente calificados de “populismos de derecha”, se han librado de esa aburrida grisura, que deberíamos calificar de afortunada, pero no lo decimos porque tal templanza es correlativa a igual equilibrada mediocridad de la izquierda, porque ¿Dónde está la izquierda europea ¿Alguien la ha detectado en los resultados del pasado domingo?. Tampoco por aquí. Veamos, el simulacro de izquierda –nos referimos al PSOE- que tiñe de púrpura la mayor parte del mapa, solo puede confirmar que la nuestra es una sociedad conformista y pequeñoburguesa en la que las reclamaciones sociales se reducen al magma sumiso del “ir tirando hoy y mañana veremos” y con ...