SALVESE QUIEN PUEDA
Respecto a la autodenominada “Casa Real” se podría hacer toda una antología de dichos populares: “de raza le viene al galgo”, “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, “a buenas horas mangas verdes”…, y todos darían en la diana. Pero quizás la más ajustada sea el de “sálvese quien pueda” que puede unirse al más deseable de “liquidación por derribo”. Solo en este país podría concebirse que perteneciendo al ámbito del mundo democrático europeo se hubiese mantenido hasta 1975 una dictadura ridículamente fascista y que a la misma le sucediera un sistema impuesto por esa misma dictadura, un sistema tan antidemocrático como es el de la imposición no de una persona sino de una familia con renovación biológica garantizada al margen o sin contar con la expresa voluntad del pueblo. Naturalmente ello ha provocado asimismo una sacralidad laica expresada en la impunidad absoluta de quien ostenta la magistratura de tal aberración, aberración no ya políti...